jueves, 3 de abril de 2014

Perdiendo el avión

Realmente no sé por dónde empezar...
Hoy en un vuelo de regreso de Londres a México mi vida ha tomado una perspectiva diferente. Como la mayoría, el vivir el día a día arrastra algunos problemas propios de este ajetreado y constante Caos en el que vivimos.
Desde mi pequeña perspectiva hoy era una mañana que parecía normal pero que se tornó en una serie de acontecimientos muy estresantes. Al llegar al front desk muy de mañana para tomar un vuelo de Londres a Montreal y de ahí a México todo parecía en regla, con un tiempo de anticipación de casi 4 hrs (algo que no es usual en mi), un día maravilloso con meditación al amanecer, yoga, Zhi neg Qi kung, escribir un poco y desayuno a tiempo.
Al llegar al front desk una muy amable señorita londinense con su dulce sonrisa me dice:
-¿Su visa de Canadá?...
-Visa ¿cuál visa?
-Necesita visa para Canadá señor, y es simple, no visa no viaje.
-Pero.... pero, y si yo y si tú y si no, y si no me bajó del avión en Canadá, al fin sólo es rápido,
-No, no visa no viaje.
¡Guau! a correr para ver si Canadian Air (la aerolínea por la que viajaba) tenía en venta otros vuelos para poder moverme y no pasar por Canadá lo cual era un poco difícil; cabe aclarar que esto sucedió en la terminal 3 (para los que no lo conocen, el aeropuerto de Heathrow en Londres en toda una ciudad) y el comentario recibido de la señorita de la venta de boletos fue "lo sentimos, tiene que ir a la terminal 4 con United para que vean qué hacer",  y yo.... ¡a correr!
El estrés empezó a fluir por todo mi cuerpo, las escaleras eléctricas moviéndose lentamente, mi vocecita a todo volumen queriendo encontrar un culpable: "¿por qué no me fijé? ¿quién compró el boleto?" y pensando en todas las citas y talleres del fin de semana mientras que yo sentía que todos los que me rodeaban iban con una calma y paciencia que espantaba, y yo pensando: "abran paso".
Por fin.... terminal 4, United en la venta de boletos, en este lapso ya me había comunicado con mi hermosa esposa y mi socio Oliver de UK, buscando diferentes opciones para poder viajar de regreso.
Un señor muy amable me dice que mi cambio costaría 3000 libras
-¿¿¿¿¿Qué????? si no quiero el avión, sólo necesito un asiento para viajar.
-Sólo hay espacio en primera clase.
Esto revoluciona aún más mi cabeza.
-Hay otra opción pero es bajo su riesgo, es ponerlo en lista de espera para ver si hay espacio en los siguientes vuelos, que por cierto están sobre vendidos.
Y por qué no, la cereza en el pastel, había que correr para ir a la terminal 5 (claro, arrastrando mis maletas de 20 días de viajes de 23 Kgs.). Al fin me pusieron en lista de espera con mi carga de 300 USD por el movimiento y el comentario de "Señor, apresúrese para que documente su maleta", uppss ya no me acordaba que tenía que hacer esto y además pasar los filtros de seguridad.
El estrés, la adrenalina, el sudor, todo el mundo nuevamente se veía lento, mi presión se movía por todos lados, esperando que el mundo se moviera.
Llegué, finalmente documenté mi equipaje y corrí y al final cuando estaba a punto de abordar escucho el comentario de la gente de la aerolínea: "el vuelo va lleno y tenemos a una persona también en lista de espera".
En ese momento después de correr, pensar, querer bajar a todos los ángeles del cielo, rezar, llorar, gritar, leo los mensajes de ánimo de mi amada esposa en el teléfono, dándome aliento, con palabras positivas y llenas de cariño (para ella era de madrugada en México).
Aprendí y corroboré nuevamente que muchas cosas están fuera del alcance de nuestras manos y que uno ya hizo en el pasado lo necesario para saber y aprender lo que tienes que hacer ahora en el presente. Así que me relajé y me decidí a fluir esperando que lo que tuviera que pasar pasara (y claro, luchando cuerpo a cuerpo con mi vocecita).
Y cuando los pasajeros estaban listos para abordar dijo la señorita de la aerolínea: "tenemos un lugar". Los dos que estábamos en lista de espera nos vimos y ese fue el mejor momento para ayudar a alguien y pedirle al universo que trabajara, así que lo dejé pasar a él primero. Le dieron su boleto y yo sonreí (mi vocecita diciéndome: "tú llegaste primero, di algo, no seas tonto".... "No Alfredo ¡cállate!"( recordé que por la mañana en mi diario había escrito que haría una buena acción y ahí, justo en ese momento estaba esa oportunidad).
Fue muy duro pensar en las juntas mañana, el sábado un taller y demás.... ufff qué gran batalla ("y tú acabas de dejarlo pasar" me decía mi vocecita). La angustia es un sentimiento que afecta a tu emoción en segundos y se mezcla con gran perfección con todo lo que te sucede y más en situaciones similares a esta y no es fácil ni sencillo observarte.
Al final sobró un lugar, ese era el mío, además como premio del universo se me otorgó un asiento en pasillo salida de emergencia, uno de los lugares que me encantan porque tiene amplio espacio para estirar las piernas.
Reflexioné muchas cosas durante el vuelo y también tuve la oportunidad de ver la película  "La ladrona de libros" para pensar cómo en una guerra el sufrimiento humano es indescriptible, las pérdidas se dan a cada instante, y mi historia no es nada comparada con todo eso, mis súper compromisos y angustia por pensar que no alcanzaría a llegar son pequeños al ver el dolor del ser humano cuando pasa por dolores potentes.
¿Qué aprendí? Que la emoción y las cosas son creadas por mi y que las circunstancias exteriores nos hacen reaccionar de muchas maneras.
Ahora estoy listo para llegar a Houston, no se sí llegue a mi conexión pero lo que si sé es que tú puedes ver tu vida como quieras, y como dice mi hermosa mujer: "lo hecho, hecho está".
Ahora reflexiono acerca de la maravilla de poder escribir esto sin la presión de estar en un sótano con hambre escondido de algún bombardeo o perseguido. 
Aún en estas circunstancias sé que la vida tenía seguramente alguna sorpresa para que yo aprendiera mi lección.
La pregunta es. ¿cómo quieres ver tu vida hoy?

QDTI

Alfredo

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