viernes, 10 de enero de 2014

Vive hoy como si fuera el último día de tu vida... Algún día tendrás razón

Esta frase del título la escuché en uno de los discursos de Steve Jobs tal vez hace más de un año, sinceramente cuando la oí me conmovió muchísimo, pero hoy por la mañana en mi meditación me preguntaba "¿realmente la entendiste?". La respuesta fue clara, la respuesta fue NO, y me di cuenta que no la entendí porque en ese momento (cuando la escuché) mi emoción  (muy positiva) se apoderó de mi, pero sólo pasó frente a mi como un artículo más de una tienda en un mall.
Nunca me vendí esta idea y hoy analizaba el por qué muchos de nosotros recibimos e-mails, leemos libros o mensajes, incluso vídeos muy poderosos  que en el momento nos hacen reflexionar y pensar, pero muy pocos realmente afectan tu vida y la giran en una posición de crecimiento más efectivo, sacándote de tu zona de confort.
A mí me ha pasado lo mismo muchas veces, al final no me VENDO la idea correctamente y no hay cambios sustanciales, sólo pequeños cambios de una o dos ocasiones.
En este momento reflexiono acerca de la importancia de hacer una venta efectiva en mi propia vida y recuerdo 2 tiempos de venta: la que nos hacemos como consumidor y la que nos hacemos como cliente. Como consumidores es aquella venta que nos mueve en el momento pero que somos incapaces de repetir, la usamos y se acabó, un consumo esporádico y aislado (como el caso de las ideas rápidas que aprendemos en el momento y después las dejamos ir sin ponerlas en práctica).
Sin embargo en la medida que yo me puedo vender esta idea constantemente estoy transformado a este consumidor en un cliente que repite y genera lealtad, estoy dispuesto a repetir la emoción del mensaje y vivirlo durante mucho tiempo creando fidelidad a esta o cualquier otra frase o mensaje que me guste; me vuelvo un cliente satisfecho de mi propio crecimiento (creo un hábito). Tomo la responsabilidad de cre-SER en mis manos.
Es lo mismo que pasa con nuestras empresas o trabajos, tenemos gente que deseamos que vendan y vendan, pensando en muchos consumidores que harán que las cifras o sus vidas cambien por minutos, en lugar de pensar en buscar grandes clientes del cambio para nosotros mismos y tu empresa o vida para generar Clientes de  por vida.
La pregunta es ¿qué eres tú para ti mismo ? ¿Un consumidor de grandes ideas y reflexiones momentáneas? o ¿un gran cliente de tu propia vida para cre-Ser?. Al final puede ser cierto y hoy puede ser el último día de nuestras vidas.

QDTI

Alfredo

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